Gestión del Talento Humano
Las profundas transformaciones de orden mundial
presentes en las últimas décadas en todos los campos del quehacer humano, tales
como la cultura, economía, política,
ideología, educación, entre otras, han creado a su vez, nuevos
escenarios y concepciones sobre el hombre y su lugar en el mundo; es decir, se está viviendo una época llena de
incertidumbres, restricciones, amenazas y problemas sociales que hace más
sensible y vulnerable la actitud del trabajador, porque lo afectan
motivaciones intrínsecas y extrínsecas,
acompañado de altos índices de desempleo. En este sentido, las gerencias buscan
hoy en día que el personal sea apropiado de manera que con un mínimo de
recursos se obtengan altos niveles de productividad, para ello el personal
tiene que hacer uso de sus competencias y habilidades de manera que se generen
procesos innovadores.
En
consecuencia, los retos a
los cuales se enfrentan las organizaciones, exigen que los empleados o talento
humano, sean ingeniosos y creativos. Es por ello, que el eje central en las
organizaciones son sus trabajadores, como parte esencial de las dinámicas que
se emprendan en el marco organizacional tal como lo menciona Centeno (2005), se asocia con la integración de saberes,
experiencias compartidas, emociones, sensibilidades, recuerdos y prospectivas,
que definen la forma de pensar, sentir así como también actuar en un contexto
histórico social de las instituciones, que le den capacidad de responder a las
demandas del entorno.
De allí, que particularmente el sistema educativo
mantiene la tendencia hacia tales cambios de manera acelerada, que incluso le
afectan en sus estructuras, por lo cual se abren posibilidades de crecimiento
de su talento humano con aquellas competencias esenciales de los organismos e
instituciones de dicho sistema a fin de fortalecer decisivamente niveles de
excelencia al entender el nivel de cumplimiento de los fines para los cuales se
han sido creado.
Por ello, según Cerna (2007), cuando se
habla del talento humano de una organización, específicamente en aquellas de
educación, se refiere al total de las personas o participantes de la misma, en
todos los niveles y subsistemas existentes. Si se habla de individuos para
poder realizar una gestión eficaz y con éxito, ésta debe analizarse no sólo
como recursos proveídos de habilidades, capacidades, destrezas y los
conocimientos necesarios para desarrollar la tarea organizacional, sino también
como sujetos dotados de características propias de personalidad, idiosincrasia,
aspiraciones, valores, actitudes, motivaciones y objetivos individuales.
Desde
esta óptica, para generar estos cambios en el proceso educacional, especialmente
en la institución donde uno labora se necesita
apropiarse de una perspectiva crítica que permita modificar el accionar
gerencial en función del desarrollo positivo de la sociedad para garantizar una gestión organizacional
sustentada en atributos, motivaciones y conocimientos aunados a la vocación de
servicio.
Por
su parte Chiavenato (2004), destaca que
las personas junto con sus conocimientos y habilidades intelectuales, se
convierten en la base principal de la organización, dando paso a un nuevo
enfoque: la gestión del talento humano, la cual toma en cuenta la capacidad que
tiene el individuo para ser, conocer, hacer y convivir, generando una actitud
conciliadora entre los propios intereses y aquellos que demanda la
institucionalidad.
De
lo antes expuesto se puede apreciar, que el talento humano juega un rol protagónico
en el desarrollo actual y futuro de las instituciones, por cuanto es el activo
más flexible y el que le otorga mayor vitalidad a la misma. Además, a través de él es que se pueden
implementar, reacomodar, adaptar y hacer factibles cualquier adelanto
tecnológico, concepto teórico, aplicación práctica, incluso, es el que le abre
las puertas a la innovación tecnológica;
esta última, es precisamente una de las vías fundamentales que deben
desarrollar las organizaciones que aspiren a un posicionamiento dentro del
mercado nacional.
Finalmente
se puede decir que gestionar el talento humano en los organismos educativo, se
ha convertido en la clave para el éxito institucional, pues sin él, sería
prácticamente imposible enfrentar las exigencias actuales y futuras que la
sociedad requiere, para ello es necesario incorporar una visión más integradora
en la mentalidad de los docente y trabajadores de las diferentes organizaciones
pensando siempre que las propuestas metodológicas que se utilicen deben
implementarse en su totalidad para lograr la sinergia funcional del proceso
educativo. Una vez logrado esto, lo que resta es dirigir el talento hacia el
destino deseado y con miras a obtener los resultados deseados.