lunes, 8 de junio de 2015

Gestión del Talento Humano

Las profundas transformaciones de orden mundial presentes en las últimas décadas en todos los campos del quehacer humano, tales como la cultura, economía, política,  ideología, educación, entre otras, han creado a su vez, nuevos escenarios y concepciones sobre el hombre y su lugar en el mundo; es decir, se está viviendo una época llena de incertidumbres, restricciones, amenazas y problemas sociales que hace más sensible y vulnerable la actitud del trabajador, porque lo afectan motivaciones  intrínsecas y extrínsecas, acompañado de altos índices de desempleo. En este sentido, las gerencias buscan hoy en día que el personal sea apropiado de manera que con un mínimo de recursos se obtengan altos niveles de productividad, para ello el personal tiene que hacer uso de sus competencias y habilidades de manera que se generen procesos innovadores.


En consecuencia, los retos a los cuales se enfrentan las organizaciones, exigen que los empleados o talento humano, sean ingeniosos y creativos. Es por ello, que el eje central en las organizaciones son sus trabajadores, como parte esencial de las dinámicas que se emprendan en el marco organizacional tal como lo menciona Centeno (2005), se asocia con la integración de saberes, experiencias compartidas, emociones, sensibilidades, recuerdos y prospectivas, que definen la forma de pensar, sentir así como también actuar en un contexto histórico social de las instituciones, que le den capacidad de responder a las demandas del entorno.
De allí, que particularmente el sistema educativo mantiene la tendencia hacia tales cambios de manera acelerada, que incluso le afectan en sus estructuras, por lo cual se abren posibilidades de crecimiento de su talento humano con aquellas competencias esenciales de los organismos e instituciones de dicho sistema a fin de fortalecer decisivamente niveles de excelencia al entender el nivel de cumplimiento de los fines para los cuales se han sido creado.
Por ello,  según  Cerna (2007), cuando se habla del talento humano de una organización, específicamente en aquellas de educación, se refiere al total de las personas o participantes de la misma, en todos los niveles y subsistemas existentes. Si se habla de individuos para poder realizar una gestión eficaz y con éxito, ésta debe analizarse no sólo como recursos proveídos de habilidades, capacidades, destrezas y los conocimientos necesarios para desarrollar la tarea organizacional, sino también como sujetos dotados de características propias de personalidad, idiosincrasia, aspiraciones, valores, actitudes, motivaciones y objetivos individuales.
Desde esta óptica, para generar estos cambios en el proceso educacional, especialmente en la institución donde uno labora se necesita apropiarse de una perspectiva crítica que permita modificar el accionar gerencial en función del desarrollo positivo de la sociedad  para garantizar una gestión organizacional sustentada en atributos, motivaciones y conocimientos aunados a la vocación de servicio.
Por su parte Chiavenato (2004),  destaca que las personas junto con sus conocimientos y habilidades intelectuales, se convierten en la base principal de la organización, dando paso a un nuevo enfoque: la gestión del talento humano, la cual toma en cuenta la capacidad que tiene el individuo para ser, conocer, hacer y convivir, generando una actitud conciliadora entre los propios intereses y aquellos que demanda la institucionalidad.
De lo antes expuesto se puede apreciar, que el talento humano juega un rol protagónico en el desarrollo actual y futuro de las instituciones, por cuanto es el activo más flexible y el que le otorga mayor vitalidad a la misma.  Además, a través de él es que se pueden implementar, reacomodar, adaptar y hacer factibles cualquier adelanto tecnológico, concepto teórico, aplicación práctica, incluso, es el que le abre las puertas a la innovación tecnológica;  esta última, es precisamente una de las vías fundamentales que deben desarrollar las organizaciones que aspiren a un posicionamiento dentro del mercado nacional.

Finalmente se puede decir que gestionar el talento humano en los organismos educativo, se ha convertido en la clave para el éxito institucional, pues sin él, sería prácticamente imposible enfrentar las exigencias actuales y futuras que la sociedad requiere, para ello es necesario incorporar una visión más integradora en la mentalidad de los docente y trabajadores de las diferentes organizaciones pensando siempre que las propuestas metodológicas que se utilicen deben implementarse en su totalidad para lograr la sinergia funcional del proceso educativo. Una vez logrado esto, lo que resta es dirigir el talento hacia el destino deseado y con miras a obtener los resultados deseados.